Emproacsa protege las instalaciones de captación de agua de Iznájar de la invasión del mejillón cebra

El mejillón cebra es una especie exótica invasora que prolifera rápidamente y produce daños en instalaciones hidráulicas al obturarlas, afectando a elementos de los sistemas de abastecimiento.

La empresa provincial Emproacsa-Aguas de Córdoba, dependiente de la Diputación de Córdoba, está trabajando en la protección de las aguas de la provincia, en concreto del embalse de Iznájar, para evitar la proliferación de especies invasoras como el mejillón cebra, que supone un riesgo para las infraestructuras de captación de agua con las que, desde este embalse, Emproacsa abastece a toda la zona sur de la provincia.

Con objeto de preservar esta captación, Emproacsa ha desarrollado un proyecto cuya finalidad es la investigación, selección y aplicación de medidas de control y erradicación de esta especie en dichas infraestructuras de captación. En el marco de este, se han investigado las medidas a adoptar teniendo en cuenta las características específicas de las instalaciones y del agua del embalse.

En concreto, explica el presidente de Aguas de Córdoba, Salvador Fuentes, “se han ensayado y valorado diversos reactivos que se emplean en el proceso de potabilización del agua para garantizar la desinfección”. En este sentido, apunta Fuentes, “se ha establecido su efectividad a distintas dosis y el tiempo necesario para obtener una mortalidad del 100%”.

A partir de estos datos, se ha diseñado un sistema de protección mediante dióxido de cloro, al ser el compuesto empleado para la desinfección en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Iznájar. Este dióxido es llevado a la captación mediante conductos de polietileno durante los períodos reproductivos del mejillón, evitando así la colonización de la captación y de las arterias que llevan el agua bruta hasta la Estación de Tratamiento.

El mejillón cebra es una especie exótica invasora que prolifera rápidamente y produce daños en instalaciones hidráulicas al obturarlas, afectando a elementos de los sistemas de abastecimiento (rejas, conducciones, equipos de bombeo, etc). Como consecuencia, se puede producir la pérdida de eficiencia en captaciones, conducciones y bombeos, e incluso causar la interrupción del flujo, además de un mayor gasto para su mantenimiento.